viernes, 21 de diciembre de 2012

La mentalidad de Satanás

Para poder vencer a Satanás, es necesario conocer su mentalidad y como éste actúa. Podemos comparar a Satanás con los filisteos. Al igual que los filisteos con el pueblo de Israel, Satanás siempre estará ahí intentando presionarnos y vencernos. Sin embargo, si perseveramos, podremos vencerle.
Satanás actúa siempre de la misma forma, utilizando así las mismas estrategias tanto para la Iglesia como para el resto del mundo.
Podemos analizar el comportamiento de Satanás a partir de Jueces 16:21:
"Los filisteos lo prendieron y le sacaron los ojos; y llevándolo a Gaza, lo ataron con cadenas de bronce y lo pusieron a girar el molino en la prisión."
Al igual que los filisteos con Sansón, Satanás pretende cegarnos. Al igual que con el mundo (2 Corintios 4:4) el ciega al pueblo de Dios para que éste pierda así la visión y el llamado. Si esto ocurre, la Iglesia está perdida, que es lo que Satanás busca.
Esta ceguera lleva al autoengaño: Sansón pensaba que su relación con Dios era más o menos buena y que, una vez más, Dios lo salvaría. Pero no fue así. Al igual nosotros, cuando estamos ciegos, creemos que estamos bien con Dios y que Él está con nosotros, pero lo que tenemos es simple religiosidad.
La otra artimaña de Satanás es atarnos. Él nos ata porque odia la gloriosa libertad de los hijos de Dios (libres para ser esclavos de Cristo por amor). Así, esta libertad desaparece cuando Satanás nos ata tan fuertemente que nos deja en una situación nefasta.
Estas dos situaciones son fruto de contristar al Espíritu Santo. Contristamos al Espíritu Santo con nuestros pecados, incluso los más sutiles, con nuestros malos pensamientos y actitudes, etc. Por ello, hemos de tener una vida de continuo arrepentimiento y de un profundo temor a Dios.
Esto no puede ser con fuerzas ni estructuras humanas, sino sólo por la presencia de Dios. Sin el Espíritu Santo nada podemos hacer. Él nos hace identificar en nuestras vidas que es lo que le contrista para que podamos arrepentirnos y no caer en la ceguera y la atadura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario