viernes, 6 de julio de 2012

El Catolicismo Romano

Sé que con este escrito me estoy jugando mucho. Amigos míos católicos pueden que dejen de serlo. O puede que la líe, pero tengo que escribir esto. No es mi intención crear polémica, sólo informar humildemente de la verdad. Católicos, soléis decir que sois la verdadera Iglesia, la Iglesia de Cristo, católica, santa, apóstolica, etc. Por lo tanto, al decir eso, inevitablemente llamáis herejes al resto de confesiones cristianas. Pero, ¿ponemos a prueba quién es el hereje? Puede que hereje suene en pleno siglo XXI extraño, pero yo sólo digo lo que veo en la Iglesia Católico Romana. Aquí lleváis unas “cuantas” herejías:
1. Veneración de ángeles y de santos muertos cerca de 375 A.D.
2. La adoración de María, la madre de Jesús, y del uso del término, “Madre de Dios,” en relación a ella, que tuvo su origen en el concilio de Efeso en 431A.D.
3. La Biblia enseña que debemos orar a Dios solamente en el nombre de Jesús. En la iglesia primitiva nunca usaban los rezos dirigidos a María, o a los santos muertos. Esta práctica comenzó en la iglesia romana cerca de 600 A.D. (Mat. 11:28; Lucas 1:46; Hechos 10:25-26; 14:14-18)
4. El Papado es de origen pagano. El título de Papa, o de obispo universal, fue primero dado al obispo de Roma por el emperador malévolo Focas, en el año 610 A.D. Esto lo hizo para darle rencor al obispo Ciriaco de Constantinopla, quien lo había, justamente, excomulgado por el asesinato de su precursor el emperador Mauricio. Gregorio I, entonces obispo de Roma, rechazó el título, pero su sucesor, Bonifacio III, primero asumió el título de Papa. Jesús no designó a Pedro como líder de los apóstoles y prohibió cualquier noción semejante. (Luc.22:24-26; Efe. 1:22-23; Col. 1:18; l Cor 3:11).
5. La adoración de la cruz, de imágenes y de reliquias fue autorizada en 788 A.D. Esto fue por orden de la Emperatriz Irene de Constantinopla, que primero hizo que sacaran los ojos de su propio hijo, Constantino VI, y en seguida hizo una reunión de la iglesia a petición de Adriano I, Papa de Roma en aquella época.
6. Canonización de santos muertos, fue hecho primero por el Papa Juan XV en el 995. Todo creyente y seguidor de Cristo es llamado santo en la Biblia. (Rom. 1:7; I Cor. 1:2)
7. La misa fue desarrollada gradualmente como sacrificio; el asistir a la misa se hizo obligatorio en el siglo once. La Biblia enseña que el sacrificio de Cristo fue ofrecido una sola vez para siempre para nunca ser repetido, sino solamente ser conmemorado en la Santa Cena. (Heb.7:27; 9:26-28; 10:10-14)
8. El celibato del sacerdocio fue decretado por el Papa Hildebrando, Bonifacio VII, en el año 1079 A.D. Jesús nunca impuso semejante regla, tampoco ninguno de los apóstoles. Al contrario, el Apóstol Pedro era un hombre casado, y el Apóstol Pablo dice que los obispos deben tener esposa e hijos. (1 Tim. 3:2,5 y12; Mat. 8:14-15)
9. El rezo del Rosario fue introducido por Pedro el Ermitaño, en el año 1090. Copiado de los Hindues y de Mahometanos. La repetición de rezos es una práctica pagana y claramente es condenada por Cristo (Mat. 6:5-13)
10. El dogma de la Transubstanciación fue decretado por el Papa Inocencio III, en el año 1215. En esta doctrina el sacerdote finge realizar un milagro diario cambiando una hostia en el cuerpo de Cristo, y entonces él finge comerlo vivo en la presencia de la gente durante misa. La Biblia condena tales absurdidades; La participación de la Santa Cena es un recordatorio del sacrificio de Cristo. La presencia espiritual de Cristo se implica en la Santa Cena. (Lucas 22:19-20; Juan 6:35; I Cor 11:26)
11. Esto es interesante. La Biblia fue prohibida y colocada en el índice De Libros Prohibidos por el concilio de Valencia en 1229. Jesús ordenó que las escrituras fueran leídas por todos. (Juan 5:39; l Tim. 3:15-17)
12. La doctrina de 7 sacramentos fue afirmada en 1439. La Biblia dice que Cristo instituyó solamente dos ordenanzas, el bautismo y la Santa Cena. (Mat. 28:19-20; 26:26-28)
13. El concilio de Trento de 1545 A.D. declaró que la Tradición es de igual autoridad a la de la Biblia 1545 A.D. Tradición se refiere a las enseñanzas humanas. Los Fariseos creían de la misma manera, y Jesús los condenó amargamente, porque practicando las tradiciones humanas, ellos anulaban los mandamientos de Dios (Marcos 7:7-13; Col. 2:8; Apocalipsis 22:18)
14. En el año 1870 después de Cristo, el Papa Pio IX proclamó el dogma de la Infalibilidad Papal 1870. Ésta es una blasfemia y la muestra de la apostasía y del anticristo profetizado por San Pablo. (II Tes. 2:2-12; Apocalipsis 17:1-9; 13:5-8,18)
15. En el año 1950 el último dogma pasado fue proclamado por el Papa Pio XII, la Asunción de la Virgen María.
Repito que no es mi intención crear polémica, al contrario, lo que pretendo es que los católicos sinceros que están buscando a Dios vean lo que ha hecho la religión católica.

El liderazgo

En los últimos tiempos me estoy dando cuenta de algo que me apena muchísimo. Es algo que en el mundo se da y fuertemente, pero que desgraciadamente también se está introduciendo en la iglesia. Se trata de la falta de respeto y la crítica a los líderes. Cada vez esta tendencia es mayor. Y esto me apena muchísimo, porque esto nos va a llevar a perder muchísimas bendiciones de parte de Dios.
Me viene a la mente el caso de Moisés. Cuando Israel iba por el desierto, a María y a Aarón (sus hermanos), debido a que Moisés había contraído matrimonio con una mujer etíope, no se les ocurre otra cosa que criticar a Moisés. La mayoría sabemos como acabó la historia. Dios dejó claro que Moisés era su siervo más fiel y María cayó leprosa (y sólo porque Moisés intercedió fue sana).
¿Quedaremos nosotros también "leprosos"? Dios puso a unos líderes sobre nosotros por algo, y la crítica hacia ellos sólo trae mal a nuestras propias vidas. Y no hay ninguna excusa para criticarles. NINGUNA. ¿Qué tendrán fallos? Como todos. ¿Qué puede que digan cosas con las que estamos de acuerdo? ¿Y qué? Son los líderes en cuyas manos estamos porque Dios nos puso ahí.
A veces la ambición provoca esto. Pretendemos llegar tan alto que, si para ello hay que criticar al líder, se hace. Craso error. Si es de Dios que algún día nosotros lideremos algo, evangelicemos a millares de personas o limpiemos el salón de nuestra congregación, eso llegará algún día y pretender conseguirlo pisando el trabajo de nuestros lideres sólo acarreará la ira de Dios sobre nosotros y que, eso que Él tenía para nuestras vidas, lo perdamos. Así que mucho cuidado con criticar a quien no debemos, porque nos veremos las caras contra el mismo Dios.

Adicto

¿Quién hoy día no tiene (o ha tenido) alguna adicción? Quizás no sean cosas graves o pecaminosas. Quizás simplemente sea ver todos los días un programa de TV, jugar tantas horas a un videojuego o cosas por el estilo. Sin embargo, estas adicciones nos alejan de Dios. Nos quitan tiempo para orar, reducen nuestras horas de lectura, etc. Pero lo más grave es que lleguemos a tal punto en el que el amor a nuestras adicciones superen el amor a Dios. Veamos que dice 1 Juan 2:15-17:
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo.
Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos
y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
Y el mundo pasa, y también sus pasiones,
pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Por tanto, lo preocupante de estas adicciones es que el amor hacia ellas es mayor que el amor al mismo Dios. De este mismo texto podemos obtener el como salir de la adicción. Parece obvio, ¿no? La clave de tener victoria en este sentido será poner nuestros ojos en Dios. Que Él sea nuestro centro. Busquémosle a Él para que nos haga salir de la adicción. Si nuestro mundo gira a su alrededor, veremos como nuestras adicciones van desapareciendo y en su Nombre obtendremos victoria. Dios no va a ser tardo en responder si le buscamos de verdad. Él no quiere que sus hijos vivan esclavos de adicciones y vicios, pero si nosotros no le pedimos que nos saque, Él no va a obrar contra nuestra voluntad.
Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón.
Jeremias 29:13